Este cortometraje traza otra reflexión sobre lo absurdo de la violencia. Los soldados que luchan, abandonan sus cuerpo de soldados y se convierten en unos cuerpos endemoniados animados por su odio mutuo. Lo realmente valioso de este cortometraje reside en su animación, llegado al punto de conseguir una atención hipnótica de todos los objetos que aparecen en pantalla haciendo que todas las líneas y colores dancen armónicamente. Mas alla de sus acercamientos a la violencia, el corto destaca por la elegancia casi placentera con la que la violencia es plasmada en pantalla, lo que nos lleva a observar momentos de gran bellaza digital que nunca se llega a visualizar muy artificial.
Personalmente opino que es un cortometraje muy bien animado, ya que sus animaciones son muy armoniosas, y también esta muy bien acompañado de la música que hace un gran refuerzo de las imágenes.
Las escenas transcurren mas que nada en estancias claras por lo que el color rojo de la sangre destaca notablemente sobre dichas superficies, lo cual acentúa el grado de violencia que se esta representando en la escena. La verdad es que fue un corto que personalmente me gusto mucho, esta muy logrado y llega a ser impactante el espectáculo que se brinda en dicha animación
